Te vi una de esas noches largas, injustas, azules, esos azules profundos que nublan y oscurecen la cúpula sobre nuestras cabezas, y solo alumbradas por el farol de mis dos silabas, nos mira desde arriba, allí superior.Ligeramente vestías, así como ligeramente sentías, así como ligeramente pensabas, como la hierba se torna claroscuro con esa influencia de mi firmamento, ese que suena eterno, nuestro firmamento. ¿Qué hacías solitaria en la nubla de la noche? Cuéntame a donde se hecho a volar tu mariposa, cuéntame que brisa te la arrebato, donde quedo lo púrpura de tu corazón, cuéntame porque lo injusto, necesidad, te obliga a aquello que tu piel no siente, no eriza, no excita, dime por favor quien robo, quien la voló, como esas veces que tu mente planea por los olores, deseos, colores y sonidos arco iris de tu corazón, de eso rojo vede y amarillo y con una pinta de melodía iniciada llamada imaginación te lleva y remonta a lugares infinitos, eternos, donde tu alma lúdica disfrutaba.Decidme que cuando las velas se apaguen al alba, tu alma de pequeña persona vuelva a lo que sus colores le obliguen... a SENTIR.
sábado, 8 de septiembre de 2007
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